Biografía

Este polifacético sevillano nació el 4 de septiembre de 1927. Desde pequeño, mostró un gran interés por todo lo que le rodeaba. Juan de Dios Pareja-Obregón fue el tercero de una familia de cinco hermanos. Fue novillero, torero, ganadero de reses bravas, agricultor, poeta, guitarrista y pregonero. .

Taurino como pocos, llegó a tomar la alternativa el 1 de noviembre de 1951 en la antigua plaza de toros de Utrera. Aquella tarde compartía cartel con Juan Doblado y Chicuelo, quien le dio la alternativa a él y al otro compañero de terna. Terminada la corrida, Pareja-Obregón se despidió de los ruedos junto con Doblado y Chicuelo, “fue el regalo de boda a su mujer, Delia, que se oponía a que torease”. Luego sólo participó en festivales. Con su esposa tuvo seis hijos: Juan de Dios, Rocío, Delia, Concha, María Luisa y Martín. Éste último también es matador de toros.

Pepe Luis VázquezCurro RomeroEl Litri y Antonio Ordóñez fueron algunos de los toreros a los que profesó gran “devoción”. “Le gustó siempre el toreo de arte y pureza”, señala su sobrino, quien destaca que su tío fue el encargado de pronunciar el primer pregón taurino organizado por la Real Maestranza de Caballería. “Fue en 1983, en el Teatro Lope de Vega”. Las letras, junto a los toros, fue otra de sus grandes pasiones. A lo largo de su vida publicó siete libros de poesías. Esta faceta de escritor le llevó a componer un buen número de sevillanas a la que pusieron voz los grupos más reconocidos en este tipo de cante, como Los Romeros de la Puebla, Amigos de Gines y Los Marismeños. Entre las sevillanas que más triunfaron de su puño y letra se encuentran Esas marismas azules, Río Guadalquivir de orilla a orilla o Almonteño déjame… Gracias a ésta última, inmortalizada por Los Marismeños, pudo llevar un lunes de Pentecostés a la Virgen del Rocío. También compuso para Isabel Pantoja los temas del disco Viva Triana.

Fue, además, un gran investigador de las costumbres andaluzas. A lo largo de su vida pronunció casi 300 pregones, la mayoría de ellos relacionados con el Rocío, el mundo del toro y otras fiestas populares. Pese a contar con este extenso currículum, nunca fue elegido para el Pregón de la Semana Santa.

En su inquietud por conocer todas las artes, no desaprovechó su amistad con El Niño Ricardo para ser guitarrista. Un interés propio de los hombres del Renacimiento que, quedaba reflejado en su agenda: “En un solo día asistió a un acto benéfico, rejoneó un toro, toreó a un novillo, dio una conferencia y pronunció un pregón”.